07 junio, 2006
Altura
La ciudad está sumida en una situación crítica. Esto no es así sólo por los casos de corrupción, sino también por una dudosa gestión económica y administriva que está colocando la economía local y los servicios contra las cuerdas.
Ante situaciones críticas, ante crisis excepcionales, la capacidad política de los dirigentes se demuestra plantándole cara a los problemas y defendiendo el interés general. O lo que es lo mismo: dar las explicaciones necesarias, asumir las responsabilidades políticas, tener capacidad de aunar esfuerzos y saber hacer y estar dispuesto a escuchar las propuestas necesarias que aporten soluciones.
En lugar de esto, por parte de quienes dirgen el Gobierno no se ha visto otra cosa que enrocamiento, silencios cómplices, ataques a la oposición, ocultar los problemas o insultar a las ciudadanas y ciudadanos. No contentos con ello, como lo importante no son los ciudadanos sino el poder, pactan con votos que están en libertad bajo fianza.
Mal va la cosa. Para colmo, cuando algunos reclamamos la urgente necesidad de altura política, quien más entendimiento y mesura debe tener en la ciudad, lo único que hace es sacar la cinta métrica...
