30 junio, 2006
La Paz nos convoca
Vivo el debate en la calle y también en este blog. Valoro mucho las aportaciones, hasta las de aquellas personas que siguen la consigna de los dirigentes municipales actuales de usar el insulto como único argumento.
He planteado en ocasiones anteriores mi profunda convicción en que otra forma de hacer política es posible, yo diría que necesaria. Por eso no la pregono, la ejerzo. Y en esa forma de actuar en la política no caben los insultos, sino las propuestas; no cabe la tibieza frente a los fraudes como el de las mentiras, los incumplimientos o la corrupción, sino la contundencia; no cabe la marrullería y el regate en corto, sino los argumentos y la altura de miras. Sé que cada vez más gente en Telde piensa de esta manera y vale la pena continuar ese camino. Ya saben, merecemos un Telde mejor.
Pero un día como hoy la vista y la esperanza están puestas en algo que trasciende las fronteras de nuestra ciudad. Ayer el Presidente Rodríguez Zapatero hizo en el Parlamento un anuncio esperado y valiente: que se dispone a iniciar las conversaciones con ETA (no con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco). Con claridad dijo también el Presidente que la democracia no va a pagar ningún precio político por la paz y que la discusión política la realizarán exclusivamente los representantes democráticos.
Después de más de treinta años de violencia, de casi mil muertos, de una profundísima herida en la sociedad española, hoy hay condiciones más claras que nunca para alcanzar la Paz y el fin de la violencia en el País Vasco y en toda España.
Creo que en un momento como éste hay que recordar a las víctimas, tenerlas muy presentes y reconocer que lo que más hubieran deseado es no tener ese protagonismo, no haber sido víctimas de la violencia.
No recuerdo ya la cantidad de veces que, tras un atentado de ETA, nos reunimos en el Salón de Plenos para manifestar la condena y la repulsa de los ciudadanos y ciudadanas de Telde, a través de sus concejales y concejalas, a la barbarie terrorista. Hace ya algo más de do dos años que no nos tenemos que reunir para ese mismo fin.
Hoy desde esta página yo quiero hacer un llamamiento de apoyo al Presidente Zapatero. Cuantos más ciudadanos y ciudadanas respaldemos esta tarea, más posibilidades tendrá el Presidente de guiar con atino el proceso para acabar con la violencia, el proceso para la Paz definitiva. Alcanzar este objetivo sería culminar un proceso de lucha que han seguido todos los gobiernos democráticos, que ya han intentado legítimamente los presidentes Felipe González y José María Aznar, y que han tenido a su lado en todo momento a la inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas españolas. La esperanza requiere también que ahora arropemos la decisión de Zapatero.
He planteado en ocasiones anteriores mi profunda convicción en que otra forma de hacer política es posible, yo diría que necesaria. Por eso no la pregono, la ejerzo. Y en esa forma de actuar en la política no caben los insultos, sino las propuestas; no cabe la tibieza frente a los fraudes como el de las mentiras, los incumplimientos o la corrupción, sino la contundencia; no cabe la marrullería y el regate en corto, sino los argumentos y la altura de miras. Sé que cada vez más gente en Telde piensa de esta manera y vale la pena continuar ese camino. Ya saben, merecemos un Telde mejor.
Pero un día como hoy la vista y la esperanza están puestas en algo que trasciende las fronteras de nuestra ciudad. Ayer el Presidente Rodríguez Zapatero hizo en el Parlamento un anuncio esperado y valiente: que se dispone a iniciar las conversaciones con ETA (no con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco). Con claridad dijo también el Presidente que la democracia no va a pagar ningún precio político por la paz y que la discusión política la realizarán exclusivamente los representantes democráticos.
Después de más de treinta años de violencia, de casi mil muertos, de una profundísima herida en la sociedad española, hoy hay condiciones más claras que nunca para alcanzar la Paz y el fin de la violencia en el País Vasco y en toda España.
Creo que en un momento como éste hay que recordar a las víctimas, tenerlas muy presentes y reconocer que lo que más hubieran deseado es no tener ese protagonismo, no haber sido víctimas de la violencia.
No recuerdo ya la cantidad de veces que, tras un atentado de ETA, nos reunimos en el Salón de Plenos para manifestar la condena y la repulsa de los ciudadanos y ciudadanas de Telde, a través de sus concejales y concejalas, a la barbarie terrorista. Hace ya algo más de do dos años que no nos tenemos que reunir para ese mismo fin.
Hoy desde esta página yo quiero hacer un llamamiento de apoyo al Presidente Zapatero. Cuantos más ciudadanos y ciudadanas respaldemos esta tarea, más posibilidades tendrá el Presidente de guiar con atino el proceso para acabar con la violencia, el proceso para la Paz definitiva. Alcanzar este objetivo sería culminar un proceso de lucha que han seguido todos los gobiernos democráticos, que ya han intentado legítimamente los presidentes Felipe González y José María Aznar, y que han tenido a su lado en todo momento a la inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas españolas. La esperanza requiere también que ahora arropemos la decisión de Zapatero.
