17 julio, 2006
18 de julio del 36. Rescatar la memoria
Por estos días hace 70 años se perpetró un golpe de estado contra la legalidad democrática que representaba el gobierno de España en 1936. La guerra que le siguió acabó con la República y abrió paso a una cruel represión contra militantes de las organizaciones que defendieron la legalidad democrática. El lúgubre túnel de la dictadura de Franco sumió a los españoles y españolas en el atraso y la pobreza y distanció a España durante casi cuarenta años del entorno europeo. En esa travesía muchas personas perdieron su vida o fueron obligados al exilio. Tras el asesinato, el exilio, la venganza y la humillación contra las mujeres y hombres que defendieron la legalidad y la democracia, llegó lo peor: el olvido.
Hace algunas semanas, el parlamento europeo condenó el golpe de estado de Franco y su dictadura. Lo ha hecho también el parlamento español. Es una pena que a esa condena y al homenaje a las personas que combatieron por la democracia, no se sume el principal partido de la oposición. Su actitud siembra dudas sobre su compromiso con la democracia.
Condenar estos horrores históricos debe ayudar a que no se vuelvan a cometer. Junto a la condena viene también el homenaje a tantas y tantas personas que sufrieron la guerra y el horror.
No es un ejercicio de venganza. Al contrario, rescatar la memoria es un acto de justicia. Saber dónde están enterrados tantos hombres y mujeres asesinados, dónde están las personas desaparecidas, restaurar los bienes incautados o reconocer los derechos económicos que de forma injusta les han sido arrebatados durante tantos años, es una manera de rescatar esa memoria tanto tiempo silenciada.
Para no mantener por más tiempo esa condena al olvido, hay que devolver a la Historia a todas estas personas y sus acciones. También lo debemos hacer en Telde, recordando y reconociendo con los honores y distinciones que por justicia les corresponde a quienes defendieron la legalidad democrática durante la II República y a quienes sufrieron por ello la persecución de la dictadura hoy condenada por toda Europa. Por la Democracia y la Justicia.
Hace algunas semanas, el parlamento europeo condenó el golpe de estado de Franco y su dictadura. Lo ha hecho también el parlamento español. Es una pena que a esa condena y al homenaje a las personas que combatieron por la democracia, no se sume el principal partido de la oposición. Su actitud siembra dudas sobre su compromiso con la democracia.
Condenar estos horrores históricos debe ayudar a que no se vuelvan a cometer. Junto a la condena viene también el homenaje a tantas y tantas personas que sufrieron la guerra y el horror.
No es un ejercicio de venganza. Al contrario, rescatar la memoria es un acto de justicia. Saber dónde están enterrados tantos hombres y mujeres asesinados, dónde están las personas desaparecidas, restaurar los bienes incautados o reconocer los derechos económicos que de forma injusta les han sido arrebatados durante tantos años, es una manera de rescatar esa memoria tanto tiempo silenciada.
Para no mantener por más tiempo esa condena al olvido, hay que devolver a la Historia a todas estas personas y sus acciones. También lo debemos hacer en Telde, recordando y reconociendo con los honores y distinciones que por justicia les corresponde a quienes defendieron la legalidad democrática durante la II República y a quienes sufrieron por ello la persecución de la dictadura hoy condenada por toda Europa. Por la Democracia y la Justicia.
